En el pasado, sobre todo en la edad media el conejo se le consideraba uno de los animales favoritos de las brujas, debido a su poder de transformación, su rapidez, su capacidad para caminar entre ambos mundos y por su vinculación con la luna.
El conejo siente de manera muy vigorosa la llamada de la primavera, es por esto que es un gran símbolo del equinoccio vernal, siendo símbolo de fertilidad, cambio, deseo y procreación. Es esta fuerza del tótem conejo que nos hace hervir la sangre impulsándonos hacia afuera, a crear, a ponernos en movimiento y zafarnos de los restos de invierno que pudiéramos tener encima.
En Irlanda y Escocia se tenía la creencia de que las brujas se convertían en conejos para viajar sin llamar la atención y solo eran vulnerables a las balas de plata. Obviamente esta creencia esta basada en los trances para cambiar de forma, en los que las brujas y magas adoptamos la forma de algún tótem. Quizás te apetezca honrar a nuestras ancestras y convertirte en conejo el próximo equinoccio.
En muchas culturas antiguas tan dispares entre sí como puede ser la china y la norteamericana relacionan al conejo con la luna, por verse su forma en la cara visible de esta.
En muchas culturas antiguas tan dispares entre sí como puede ser la china y la norteamericana relacionan al conejo con la luna, por verse su forma en la cara visible de esta.
El simbolismo del conejo con el renacimiento es muy anterior a la asociación moderna y forzada del cristianismo, es una asociación de vida, muerte y renacimiento en muchas culturas y partes del mundo.
Acude al conejo para trabajos de renacimiento, cambio de forma y transformación, para fertilidad, creatividad, productividad, planificación e ingenio. Y no olvides poner en tu altar una representación del conejo.
Zeltía La Loba.Copyright©
No hay comentarios:
Publicar un comentario