1.-Duerme con él, sí tal cual, ponlo a tu lado o bajo tu almohada, eso hará que os impregnéis mutuamente. También puede que te hagan tener sueños llenos de simbolismos mágicos y/o mensajes. Al levantarte haz una pequeña tirada, te sorprenderá el resultado.
2.-Trabaja con tu propio simbolismo e intuición. Saca una carta y escribe lo primero que te viene a la mente al mirarla, que te hace sentir, en que te hace pensar, anótalo y tenlo presente en tus próximos trabajos. Puedes sacar dos o tres cartas a diario hasta completarlo, abre tu corazón y deja que tu intuición fluya.
3.-No esperes a tener que hacer una gran tirada de tarot o una gran consulta a tu oráculo. Úsalo también para cosas cotidianas para pequeñas dudas, eso te ayudará a tener más agilidad y más rapidez de conexión con él.
4.-Este punto es importante, no tienes por qué echarle las cartas a alguien que no te hace sentir bien. Puedes elegir a quién no se las echas, esto puede sonar algo polémico sobre todo si tienes una consulta profesional, pero algo he aprendido en estos años, y es que tirarle las cartas a alguien que no lo merece o a alguién que me intuición dice que no debo hacerlo, no merece la pena, no escuchar a tu intuición puede acarrear que el tarot no fluya y no haya manera de hacerle una consulta coherente. Además de hacerte sentir fatal, así que tú tienes el poder y el derecho de decir No.
5.- Por último, recuerda limpiar las cartas entre consultas, si no llegará un punto en el que se colapsarán.
Cuanto más contacto tengas con tu tarot u oráculo mayor será la fluidez y comunicación con ellas.
Zeltía La Loba.Copyright©
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