En la antigüedad se encendían enormes fuegos rituales, esta tradición ha llegado hasta nuestros días, aun que el tamaño de las hogueras ha disminuido considerablemente. Los druidas encendían los fuegos en lugares sagrados y cerca de fuentes de agua, numerosos ritos del solsticio de verano incluyen el agua como parte fundamental del mismo, aún hoy es costumbre encender las hogueras en la playa junto a la orilla, o cerca de ríos o fuentes pues el agua es un canalizador de energía y atrae la fertilidad, la salud y la fortuna. Popularmente ha quedado reflejado la costumbre no solo de saltar las hogueras si no también las de bendecirse y purificarse con el agua, en Galicia aun hoy existe la costumbre de meterse en el mar al llegar la medianoche del solsticio, para recibir las nueve olas, portadoras de salud y fertilidad. Algunos wiccanos y paganos se introducen en el mar tras los rituales de fuego, para recibir del agua su fuerza y purificación, se puede deducir que tras el culto al fuego dirigido a los Dioses, regresamos a las aguas de la Diosa. Una forma de representar este aspecto del solsticio para los que no estén cerca del mar o de una fuente de agua natural, es llenar el caldero de agua de manantial, flores y hierbas frescas propias de la época. Con esa misma agua los participantes se pueden lavar manos y cara, o rociar con un atado de hierbas tanto el círculo como a los asistentes al rito.
Zeltía La Loba.Copyright©
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