La leyenda nos cuenta que si una pareja, o dos personas que se gusten, miran el rayo verde juntos, al mismo tiempo, su unión durará toda la vida, para siempre enamorados.
A pesar del intento de la Iglesia, y del esfuerzo de sus obispos desde la alta edad media hasta bien entrado el siglo XX, el cristianismo no pudo con las celebraciones paganas la noche del solsticio de verano, convirtiendo la verbena San Juan en una noche meramente de magia y paganismo. Entre las muchas leyendas y prácticas mágicas de esta noche, encontramos la del rayo verde, que parece que estaba extendida por buena parte de Europa. Sí bien “el rayo verde” se puede contemplar todo el año, es especialmente durante el solsticio de verano que cobra mas potencial y sentido mágico.
Durante la noche del solsticio de verano el anochecer y el amanecer están más cerca que nunca. Si miras al atardecer de este día, si miras de frente a frente al solsticio de verano, en ese justo momento podrás ver que el sol emite una luz verde, unos rayos verdes. La leyenda nos habla de la fuerza del rayo para provocar una unión feliz y para toda la vida. Pero a nivel mágico podemos pedir aquello que deseemos que esté en nuestra vida para siempre. Ojo, cuidado con lo que deseas pues puede serte concedido.
Esta leyenda, además de mágica, tiene su explicación. Es un efecto óptico, podemos ver este fenómeno cuando la atmósfera y el cielo están despajados. El espectro visual del sol al ponerse cambia las longitudes de onda del color más largas a las mas cortas, por esto a medida que se acerca el astro al horizonte se va volviendo cada ves más rojo. Pero en el justo instante en el que desaparece por detrás de la línea de la tierra o del mar, la última emisión debería ser la de la longitud más corta. Por esto se dice que lo último que se ve en el solsticio de verano es el rayo verde.
Zeltía La Loba.Copyright©
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