Este no es el típico artículo que suelo compartir, pero he sentido la necesidad de hablar sobre esto a pecho descubierto, pues es mi realidad, la mía y la de muchas compañeras. No va a ser una artículo cómodo ni amable. Y seguramente le moleste alguna gente, pero es necesario. No es algo de lo que se suela hablar, ni dar herramientas de como poder practicar magia sintiendo y arrastrando una enfermedad crónica, con dolor crónico que te hace la vida muy difícil. Y si la vida cotidiana resulta complicada, el poder ejercer el oficio de meiga o bruja, puede ser toda una proeza. Voy a hablar de mi experiencia, de mis conclusiones y de con qué herramientas me enfrento a ello.
He leído a lo largo de los años afirmaciones tales como esta:
“Una persona que es espiritualmente consciente y está espiritualmente despierta, no necesita tomar medicamentos, tampoco necesita ninguna sustancia para aliviar el dolor. Cuando tu mente y tu espíritu están en sintonía, tu cuerpo estará sana y en equilibrio”.
Cómo comprenderéis, cada vez que leo algo similar me entra urticaria. Es muy fácil hablar desde el desconocimiento. ¿Cómo pueden hacer tal afirmación sin haber pasado por ello, sin estar en los zapatos de una bruja con una enfermedad crónica? ¿Cómo se atreven a cuestionar nuestra espiritualidad? ¿Cómo son capaces de decir que estamos enfermas porque no somos unas brujas lo suficientemente buenas? Sería interesante verlos calzando mis zapatos durante unos meses. Esta es la soberbia que muchos gurús espirituales gastan. La soberbia y el orgullo en el mundo espiritual, ese es otro tema del que hablaré pronto.
Yo, desde mi cuerpo, desde mi dolor y desde mi espíritu tengo una visión y percepción completamente contraria. Lo he vivido y por ello puedo decir que creo firmemente que cuanto más conscientes nos volvemos espiritualmente, cuanto más alta es la conciencia, mas sensibles nos volvemos, más vulnerables. Muchas, muchas brujas que conozco lidian con enfermedades crónicas, que castigan su cuerpo y que poco a poco también afectan a su mente.
La gente mágica en general somos propensos a la depresión, la ansiedad, incluso a sufrir de ciertas fobias sociales. Con esto no quiero decir que tengamos una tara o que tengamos algo malo, si no de que nuestra concepción del mundo es distinta, vemos la vida de otra manera, y somos altamente sensibles frente a una sociedad, frente a una humanidad cada vez mas deshumanizada. Somos diferentes, de eso no cabe duda, y la sociedad se encarga de señalar lo diferentes que somos. Muchas acaban sintiendo que es imposible para ellas encajar en la sociedad, eso las lleva a aislarse por completo.
Otro factor a tener en cuenta y que, repito, he podido confirmar, es la relación que existe entre las enfermedades crónicas y las heridas de vidas pasadas, tanto heridas físicas como emocionales. Sanar esas heridas pasadas no van a curar o sanar milagrosamente la enfermedad crónica que padeces, pero si te va a ayudar emocionalmente, y te va ayudar a enfrentarte a tu vida con fuerzas renovadas y entendiendo el porqué de muchas cosas. Nada, nada, una vez más: NADA sustituye a la medicina y los médicos. Una enfermedad grave no se va a curar con ningún método espiritual, lamento tener que decirlo, pero es así. Otra cosa es, que son una gran herramienta de apoyo y de alivio. Nos sirven para aliviar ciertos grados de dolor, aprender a lidiar con ciertos impedimentos y discapacidades. Nos ayudan a aceptar, a comprender, a fluir para poder avanzar. El no comprender, el no aceptar, nos bloquea, nos empeora, nos paraliza física, mental y espiritualmente. Practicar y controlar cierto tipo de magia, ciertas técnicas de manejo de energías nos pueden aportar energía y potencia extra. De esto os hablaré en la próxima entrega.
En cuanto a la medicación, sobre todo al uso de calmantes. Pues bien, son necesarios. Hay días que el nivel de dolor puede ser tan Jo****mente insoportable que si no las usamos no podemos funcionar, no podemos llevar nuestra vida. Ni siquiera podemos recurrir a técnicas de energía para mitigar el dolor por que nuestra mente está totalmente nublada por ese dolor. Tomar pastillas para calmar el dolor, la depresión o la ansiedad, son para nosotras, como el alimento para alguien sano, si no las tomamos, no podemos funcionar. Afirmaciones tales como: “tomar “drogas” medicamente ensucian el espíritu” es una vez mas, una estigmatización de las brujas y magas que lidian con una enfermedad, es una vez más un ataque velado para aquellas que no tiene la imagen errónea de una bruja angelical, una bruja perfecta en imagen y contenido. Los siento señoras y señores, esa es una imagen falsa, simplista, carente de contenido realista, que queda chupiguay en los memes de las redes sociales, pero poco, muy poco tiene que ver con la realidad. Continuará…
Zeltía La Loba.Copyright©
*Imagen de Christian Schloe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario